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La fascia: qué es, función y protección

La fascia es el principal elemento del llamado “tejido conectivo” y del mismo modo que rodea a los músculos lo hace de igual manera con los huesos.

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La fascia es un tejido conectivo esencial que se encuentra en todo el cuerpo. Actúa como una envoltura que sostiene y separa los músculos, huesos, órganos, vasos sanguíneos y nervios, permitiendo que cada estructura funcione correctamente. Aunque muchas veces pasa desapercibida, desempeña un papel clave en la movilidad y el bienestar general.

¿Qué es la fascia y para qué sirve?

Se puede describir a la fascia como una red que conecta todas las partes del cuerpo, desde la piel hasta los órganos más profundos. Su función principal es proporcionar soporte, facilitar el movimiento y proteger las estructuras internas. Gracias a su capacidad para deslizarse y adaptarse, interviene en procesos tan vitales como:

  • La contracción muscular
  • La expansión de los pulmones al respirar o el latido del corazón
  • La movilidad de las articulaciones

Cuando este tejido pierde su elasticidad por traumatismos, sobrecarga o falta de cuidado, puede ocasionar rigidez, dolor e incluso afectar zonas distantes de la lesión original debido a su conexión global.

Tipos de fascia y su papel en el cuerpo

El tejido fascial se clasifica en diferentes tipos según su ubicación y función, y todos ellos están interconectados para garantizar el buen funcionamiento del cuerpo humano:

Fascia superficial

Esta capa externa se encuentra justo debajo de la piel. Su principal función es proteger el cuerpo, facilitar el movimiento de la piel sobre las capas más profundas y actuar como depósito de grasa y agua. Aunque no está directamente involucrada con los músculos, su elasticidad influye en la movilidad general del cuerpo.

Fascia muscular o profunda

La fascia muscular es la que rodea y separa los músculos, permitiendo que trabajen de manera independiente y coordinada. También contribuye a la transmisión de fuerza durante el movimiento, estabiliza articulaciones y protege estructuras internas como vasos sanguíneos y nervios.

Esta fascia es parte de la fascia profunda, una capa más densa y resistente que también conecta músculos, huesos, tendones y ligamentos.

Fascia visceral

Ubicada en las cavidades internas, la fascia visceral sostiene y rodea los órganos, como el corazón, los pulmones y los intestinos. Este tipo de fascia permite que los órganos funcionen correctamente y se mantengan en su posición, al mismo tiempo que facilita el paso de nervios y vasos sanguíneos.

Cómo cuidar el tejido fascial para evitar problemas

El mantenimiento de una fascia saludable es esencial para prevenir molestias y mejorar el rendimiento físico. Aquí tienes algunas recomendaciones prácticas:

  1. Calienta antes de cualquier actividad: Realiza ejercicios suaves de movilidad para preparar las estructuras corporales.
  2. Incorpora estiramientos: Dedica tiempo a estirar los músculos principales tras cada sesión de ejercicio, manteniendo tensiones moderadas para no dañar el tejido conectivo.
  3. Hidrátate bien: La hidratación adecuada favorece su elasticidad y reduce el riesgo de rigidez.
  4. Vuelta a la calma: Después de la actividad, relaja las estructuras con movimientos pausados.

Además, los automasajes pueden ser muy útiles para aliviar tensiones acumuladas. Utilizar un producto como Fisiocrem Gel Active, que contiene ingredientes como la árnica o la caléndula y está indicado para la preparación y la recuperación de músculos, ligamentos y sus fascias, puede también ayudar a evitar lesiones.

La importancia de prevenir lesiones en la fascia

Cuando la fascia se daña, no solo afecta a la zona lesionada, sino que puede alterar la función de otras partes del cuerpo debido a su interconexión. Por ejemplo, una contractura muscular en la pierna puede generar molestias en la espalda, ya que la fascia actúa como una red continua. Mantenerla flexible y en buen estado es clave para garantizar el bienestar general y prevenir problemas derivados.

Cuidar este tejido es más sencillo de lo que parece. Con hábitos como los estiramientos, una correcta hidratación y el uso de productos adecuados como Fisiocrem, es posible reducir tensiones, mejorar el movimiento y evitar lesiones. Este tejido es el soporte silencioso de todo nuestro cuerpo, y darle la atención que merece es fundamental para una vida activa y saludable.

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